miércoles, 3 de julio de 2013

LO DE LOS BUKKAKES (III)

Ocho dioptrías y subiendo.
4.- Zenda.
Hay gente que lo hace por necesidad, lo ves enseguida, no se quitan ni los calcetines, aparcan el coche en doble fila Y las hay que disfrutan y parecen haber nacido para esto, no se me dan bien las mates, mami, pero voy a enseñarte cómo se come una polla. No hay que ir a una academia para aprender a mamarla, la necesidad es la madre de todas las carreras, es verdad, se trata de poner un poco de atención a los consejos de los mayores, fijarse un poquito y ponerle ganas, lo escribió alguien en un libro de mierda. No se me ocurre, en este sentido mejor autodidacta que Zenda. 
Desarrollé pronto.
Cuesta pensar que este pedazo de guarra no naciera ya aprendida. He perdido la cuenta de los bukkakes. Al principio eran todo risas, gracietas y caras. Luego, en lineas generales, recuerdo una escena galopando con Don Quijote e ingeniosos dialogos con Ozito, pues también. Su aparición coincide con la muerte de Juan Luis Galiardo y Sancho Gracia, casualidades trágicas de la vida, hubieran estado encantados de conocerla. 
ETA permanece operativa.
Domina todos los vicios, tetuda desde los doce años, se la ha visto poner el cuerpo con gracia para follarse algún chaval, me consta que su leche favorita es esa que sale espesa, la que se ve bien gorda y preferiblemente cuesta luego de quitar de la piel, seguro que alberga esa estupida creencia de que es bueno para la piel, muchas proteinas, aminoacidos y el boson de Higgs y la madre y todo eso que se vende por las multinacionales como un karma por si alguien pica. Ahí lo teneis.
Con sacarina, por favor.
Le pido al año nuevo que no se retire. Y siga estando tan loca como parecía ayer. Tal vez mañana la operen de cataratas y se quite las gafas. Vea lo que tiene encima y se suicide.

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