lunes, 10 de junio de 2013

LO DE LOS BUKKAKES (II).
Bianca. En ocasiones, veo muertos.

7.- BIANCA.
Algunos emitireis un suspiro nostálgico evocando aquellos tiempos que ya no volverán. Otros lanzareis al viento la pregunta, qué habrá sido de aquella chiflada. Los habrá que os hagais directamente una paja, Bianca la jevi, coño, cómo me iba a olvidar de ella. La revolución comienza siempre por detalles insignficante que luego la historia convierte caprichosamente en grandiosos, algunos como éstos. Los bukkakes dejaron de ser una procesión de semana santa, escenas mal iluminadas y caras de entierro, y recuperaron la alegría y el esplendor, no había nada de que avergonzarse, que allí tododios -dijo alguien- estaba para pasarselo bien. O por la pasta. No fue la mejor pero sí la primera. Su locura la convertía en candidata para desertar pronto. Y no me dio ni tiempo a follármela.
Sabine. La extranjera.
6.- SABINE.
Tenía que haber una extranjera en esta lista. Sus méritos aun permanecen para quien quiera verlos, un punto de guarra, otro de pivón travieso, dos bukkakes donde combina sabiamente el gokkum y el lefazo facial más patrio. No tenía las peras de Shione Cooper ni el vicio de Eloa Lombard o Leona Lewis. Pero es que estaba muy buena, tipo fino con pocas tetas pero dotada de una cara y unos labios de presentar el telediario y terminar casada con el puto portero del Madrid. Así deberían de ser todas. La experiencia acumula mucho más fiascos, me viene a la cabeza aquella checa llamada Katerina que apartaba la cara, es un hecho consumado que las españolas tragan mejor.
 
Raquel Love, para subir nota.
5.- RAQUEL LOVE.
Nadie pide afortunadamente certificados médicos para participar en esta feria. No era la más lista de la clase pero en segundo de la ESO era de las que ya se la mamaba al profesor de gimnasia y hacía gargaras para subir nota. Ninguna tuvo una carrera tan longeva ni tan exitosa, sobrevivió a la primavera y siguió dedicándose a esto, videos en Leche 69 o Cumlouder, una de dos, o te gusta lo que haces o para pasar la tarde no tienes nada mejor.

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